Estos últimos años se ha puesto de moda instalar un jardín vertical en los edificios, en el interior de restaurantes o en un pequeño espacio dedicado a jardín vertical.
Pero realmente la inclusión de un jardín vertical en la arquitectura hace ya muchos años que se realiza.
Hay un arquitecto que fue pionero a la hora de incluir el concepto de jardín vertical dentro de la construcción de un edificio, y no un edificio oficial, sino un edificio destinado a viviendas de particulares.
Nos estamos refiriendo al arquitecto Fernando Higueras y al edificio que construyó en el centro de Madrid, concretamente en la Glorieta de Ruíz Jiménez, conocida como Glorieta de San Bernardo.
Se trata de un bloque de viviendas construido en 1967. Todas las viviendas tienen terrazas delanteras y traseras, separadas de los vecinos por unos espacios denominados bunkers.
Son todos estos espacios los que se dedican a cultivar las plantas colgantes que dan el efecto de jardín vertical al edificio.
Todo ello acompañado de las plantas que cada vecino cultiva en sus propias terrazas (aunque nuestra opinión es que ahí la comunidad debería de ser más estricta y obligar a cultivar a aquellos vecinos que las tienen vacías con el fin de conseguir una imagen homogénea).
Fernando Higueras fue pionero en la inclusión de un jardín vertical en otras construcciones como es el caso del Hotel Meliá Salinas en Lanzarote, siguiendo la misma estructura de construcción en hormigón e incluir terrazas y bunkers donde colocar el jardín vertical.
Una forma de ver la arquitectura consiguiendo edificios más agradables y que contribuyen al medio ambiente.
Si os interesa saber más sobre Fernando Higueras, se puede visitar una exposición en la Fundación ICO de Madrid hasta el 19 de mayo de 2019.
Las fotos publicadas en este artículo están recogidas de la página web del arquitecto Fernando Higueras.
Fresanas, cultiva tu salud.